Porque Algunos No Llegan a Recibir su Sanidad
Aunque Dios ha provisto sanidad divina para todos, sin embargo no todos la reciben.
Incluso en el ministerio de Jesús, no todas las personas recibieron su sanidad.
En Marcos 6:1-6 nos da una clave de porque sucede esto: “Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De donde tiene este estas cosas? ¿Y que sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.”
En este pasaje vemos que Jesús no pudo hacer ningún milagro en Nazaret. Notemos que no dice que no quiso, sino dice que no pudo. La incredulidad de la gente impidió que Jesús pudiese hacer milagros.
Otra cosa para notar es que en griego la palabra que se usa para pocos enfermos, significa débiles o con enfermedades menores.
Jesús solo pudo sanar enfermedades menores, cosas como dolores de cabeza, resfriados o similares, debido a la incredulidad de la gente.
Lo mismo sucede hoy, la gente no recibe las bendiciones de Dios debido a su incredulidad.
En 1991 estaba predicando en el balneario de Ancón, al norte de Lima. A la hora de ministrar sanidad, me acerque a dos señores, pues, el Señor me dijo que ambas corrieran alrededor de la plaza donde era la campaña.
Me acerque a la primera y le pregunte que tenia; ella me dijo que artritis. Yo le dije que el Señor me había dicho que ella diese una vuelta alrededor de la plaza. Ella se fue corriendo, y mientras daba la vuelta, fue sanada completamente. Regresó a su asiento sana y sin dolor.
Luego me acerque a la segunda; me dijo que tenía un problema en el corazón. Le dije lo que Dios me había dicho, pero ella me miró y se empezó a sonreír; le volví a repetir, pero ella no quiso. Al final regreso a su asiento enferma. Su incredulidad impidió que Dios pudiera sanarla.
La incredulidad es conocer la voluntad de Dios pero negarse a obedecerla y actuar en ella.
En Hebreos 3:19 vemos que ese fue el motivo por el cual el pueblo de Israel que salió de Egipto no pudo entrar a la tierra prometida: “Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.”
Para que la persona pueda recibir su sanidad, debe pasar de la incredulidad al actuar en la Palabra.
Aunque Dios ha provisto sanidad divina para todos, sin embargo no todos la reciben.
Incluso en el ministerio de Jesús, no todas las personas recibieron su sanidad.
En Marcos 6:1-6 nos da una clave de porque sucede esto: “Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De donde tiene este estas cosas? ¿Y que sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.”
En este pasaje vemos que Jesús no pudo hacer ningún milagro en Nazaret. Notemos que no dice que no quiso, sino dice que no pudo. La incredulidad de la gente impidió que Jesús pudiese hacer milagros.
Otra cosa para notar es que en griego la palabra que se usa para pocos enfermos, significa débiles o con enfermedades menores.
Jesús solo pudo sanar enfermedades menores, cosas como dolores de cabeza, resfriados o similares, debido a la incredulidad de la gente.
Lo mismo sucede hoy, la gente no recibe las bendiciones de Dios debido a su incredulidad.
En 1991 estaba predicando en el balneario de Ancón, al norte de Lima. A la hora de ministrar sanidad, me acerque a dos señores, pues, el Señor me dijo que ambas corrieran alrededor de la plaza donde era la campaña.
Me acerque a la primera y le pregunte que tenia; ella me dijo que artritis. Yo le dije que el Señor me había dicho que ella diese una vuelta alrededor de la plaza. Ella se fue corriendo, y mientras daba la vuelta, fue sanada completamente. Regresó a su asiento sana y sin dolor.
Luego me acerque a la segunda; me dijo que tenía un problema en el corazón. Le dije lo que Dios me había dicho, pero ella me miró y se empezó a sonreír; le volví a repetir, pero ella no quiso. Al final regreso a su asiento enferma. Su incredulidad impidió que Dios pudiera sanarla.
La incredulidad es conocer la voluntad de Dios pero negarse a obedecerla y actuar en ella.
En Hebreos 3:19 vemos que ese fue el motivo por el cual el pueblo de Israel que salió de Egipto no pudo entrar a la tierra prometida: “Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.”
Para que la persona pueda recibir su sanidad, debe pasar de la incredulidad al actuar en la Palabra.
4 comentarios:
La fe es el detonador del poder de Dios, es la entrada a la gracia y a la bendicion.
Bendiciones mi amado Ciberpastor.
Es totalmenete estúpido cuestionar la Fe de aquellos que aun no han recibido sanidad. Es justificar a un Dios todopoderoso. La palabra es clara cuando dice que por sus llagas fuimos sanados. Estamos en pacto de la gracia. Que me dice de aquellos pasajes donde la gente no conocia ni siquiera de la existencia de un Cristo sanador y aun asi fue sanado? Como el hombre del pozo? O aquel de la mano seca? Que le diria ud. A Abrahan en su año numero 10 de espera? Cuestionaria tambien la Fe de Abrahan igual que cuestilna hoy la Fe de aquellos que aun no reciben un milagro. Que hay de esa gente que asiste a una campaña de sanidad obligado por un familiar y sin creer, resulta sanado? Perdone ud. Pero mejor pidale una respuesta a Dios mas convinsente y menos condenatoria y religiosa. Basta de justificar al Dios TODOPODEROSO. Si ud. Cree que la falta de Fe detiene a Dios, niega su poder. La falta de Fe solo detiene al hombre sr. No a Dios.
Las cosas de Dios no se cuestionan! Solo abre tus manos y recibe!!!
Excelente respuesta, comparto su opinión
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