lunes, 9 de marzo de 2009

Como Ministrar Sanidad a Otras Personas - Cuarta Parte

Sigamos leyendo Lucas 4

Lucas 4:20-21
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Veamos lo que pasa acá; Jesús les está diciendo: "Hoy se ha cumplido delante de ustedes esta Escritura."

¿Que Escritura? Lo que dice en Isaías 61, que es lo que estaba leyendo Jesús; que la unción estaba sobre Él.

Y la unción sigue sobre Jesús porque en Hebreos 13:8 dice que Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre.

Jesús no ha cambiado, el sigue haciendo lo mismo el día de hoy; pero ¿cómo lo hace hoy? A través de su cuerpo.

La iglesia es llamada el cuerpo de Cristo, Jesús es la cabeza y nosotros el cuerpo.

Efesios 1:22-23
22 Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Jesús es nuestra cabeza.

En el Salmo 133, hablando de la unción y la comunión dice lo siguiente:

Salmo 133
1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras;
3 Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.

De ese mismo modo la unción viene sobre Jesús que es la cabeza y desciende sobre todo su cuerpo.

En Mateo 28:18-19 cuando habla de la autoridad del creyente dice: "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."

Es decir, cuando Cristo resucitó, recibió toda la autoridad, y si la cabeza recibió la autoridad también la recibió su cuerpo; y lo que Jesús les está diciendo es que ya que el recibió toda la autoridad, también la tiene su cuerpo; es decir nosotros que somos la iglesia.

La cabeza no puede recibir los pies y que los pies se queden sin ella. Tú eres el cuerpo de Cristo y como tal recibiste la unción.

Tu ya tienes la unción, porque como Él es, eres tú en este mundo (Primera de Juan 4:17).

Como Cristo es, eres tú en este mundo; si Jesucristo es ungido, tu también eres ungido.

Es por eso que nos llamamos cristianos; cristiano significa uno como Cristo; o un pequeño Cristo; o como me dijo hace años un hermano: "Eres un cristito".

Cristo significa "el ungido"; entonces el cristiano también significa "uno que es ungido".

Al llamar a tu hermano "cristiano" le estás diciendo que es un ungido; no le estás diciendo que será un ungido; como si hablásemos de algo en el futuro sino que en el presente ya es un ungido. Es un ungido hoy.

Tú ya tienes la unción, y es por la unción que hay en ti que puedes hacer algo. Y es por esa misma unción que tu puedes hacer las obras de Jesús en esta tierra.

sábado, 7 de marzo de 2009

Como Ministrar Sanidad a Otras Personas - Tercera Parte

En Hechos 10:38 dice: "cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."

Dios ungió a Jesús de Nazaret con un propósito, en este caso particular para hacer bienes y sanar a todos los oprimidos por el diablo.

La unción vino sobre Jesús para hacer algo.

Vamos al capítulo 4 de Lucas donde nos habla más específicamente de la unción sobre Jesús.

Lucas 4:14-18
14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido PARA. . .

La unción es PARA; la unción es PARA; la unción no es solo para guardártela; la unción es siempre para hacer algo.

Sigue diciendo:

Lucas 4:18-19
18 Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido PARA dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.


Vemos aquí el propósito del ministerio de Jesús; predicar, liberar, sanar, dar buenas noticias.

El evangelio son siempre buenas noticias, hemos sido ungidos para predicar buenas noticias.

¿Cuál es la buena noticia para el pobre? Que en Cristo ya somos ricos. No lo seremos sino que ya lo somos.

Sea que tengas dinero o que no lo tengas ya eres rico; solo tienes que aprender a caminar en la bendición que ya está en ti.

Son buenas noticias para los pobres, no tienen que quedarse en el estado en el que están; porque por medio de Cristo ya somos ricos.

Pero también son buenas noticias para el enfermo; no tienes porque estar más tiempo enfermo; Jesús ya tomó tus enfermedades, llevó tus dolencias y por sus llagas ya fuiste curado.

El evangelio son buenas noticias para tí y para los demás; y tu haz sido llamado, haz sido ungido por Dios para hacer algo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Como Ministrar la Sanidad Divina a Otros - Parte 2

¿Que es la unción? Es el poder de Dios para hacer lo que no puedes hacer; el poder de Dios que te capacita para hacer algo.

La palabra unción es sinónima de la palabra untar.

A quien no le gusta el pan con mantequilla, es una de las cosas que más me gusta; me pueden colocar palta, jamón, pate o mermelada y mi preferida siempre será la mantequilla.

¿Qué sucede cuando colocamos la mantequilla a un pan? ¿Cómo queda la mantequilla? Quedan juntos, unidos, pegados.

Si le echamos mantequilla a un pan, ¿se la podemos quitar? no podremos hacerlo, por más que tratemos y tratemos la mantequilla siempre quedará pegada al pan.

Es lo mismo que pasa contigo; tú estás en Cristo; Cristo está en ti, su unción está pegada en ti.

Un predicador decía una vez: "El Espíritu Santo esta contigo cuando tú manejas, pero cuando empiezas a manejar a más de 100 kilómetros por hora se va."

Eso es una gran falsedad; el Espíritu Santo sigue contigo; y si vas a 200 kilómetros por hora sigue contigo; y si aceleras a 300 kilómetros por hora sigue ahí, y si llegas a los 500 kilómetros por hora y te matas, y te vas al cielo; el Espíritu Santo estuvo contigo todo el tiempo, no se va en ningún momento.

El Espíritu Santo está morando en ti, la unción está sobre ti.

Ahora, lo que debemos entender es que la unción viene sobre nosotros y nos capacita para hacer algo. La unción no es solo para nosotros es también para llevarla a los demás. La unción que Dios te dio no es solo para tí sino también para que la lleves a otros lados; para poder ministrar a otras personas.

sábado, 28 de febrero de 2009

Como Ministrar Sanidad a Otras Personas - Primera Parte

¿Cómo ayudar a una persona a ser sanada?

Porque a veces nos encontramos con gente enferma y no sabemos que hacer. Le decimos "te invito al culto el día domingo" y nos encontramos en lunes; y se te muere la persona durante la semana.

¿Que hacer para ayudar a una persona para que sea sanada?

Lo primero que debes hacer es saber que estás en Cristo.

Tu estás en Cristo, si Cristo en ti tú estás en Él.

La palabra Cristo significa "el ungido" y si estás en Cristo significa que estás en el Ungido y en su unción.

En 1 Juan 2:20 y 27 dice que la unción está en tí.

1 Juan 2:20, 27
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.


La unción del Espíritu Santo está sobre ti y la unción permanece. La unción no se va, la unción permanece en ti.

La unción está siempre contigo; si caminas para adelante la unción está contigo; si caminas para atrás la unción sigue contigo, si vas para el costado la unción continúa a tu lado. Si te acuestas la unción sigue ahí y cuando te levantas también.

En Efesios 1:13-14 dice lo siguiente: "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria."

Cuando tú recibiste a Jesús fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa. Esto no es el bautismo con el Espíritu que recibiste posteriormente; sino que en ese momento recibiste a la persona del Espíritu Santo en tí.

Al nacer de nuevo el Espíritu Santo vino a morar en tí; y cuando vino el Espíritu Santo vino la unción sobre tí; por ese motivo es que tu y yo tenemos la unción.

Tú no tendrás la unción, ¡tú ya la tienes!

viernes, 20 de febrero de 2009

Sanidad en 2 Pactos - Parte 2

Cuando vemos lo que dice la Biblia de Israel veremos que ellos no eran hijos de Dios, sino que eran esclavos de Dios.

En Levíticos 25:55 dice: “Porque mis siervos son los hijos de Israel; son siervos míos, a los cuales saque de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.” Y en Isaías 41:8 dice: “Pero tu, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.”

Dios llama al pueblo de Israel: “mis siervos.”

Pero, la traducción literal para siervo es esclavo, así que ellos eran esclavos de Dios.

Sin embargo en Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hilos de Dios.”

Dios llama a los creyentes: “hijos.”

Si Dios quiere que sus esclavos estén sanos, ¿cuánto mas lo querrá para sus hijos?

En Hebreos 8:6 dice: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejore promesas.”

Nosotros estamos en un mejor pacto que el pueblo de Israel; un pacto que está establecido sobre mejores promesas.

¿Qué significa que algo sea mejor que otro?

Por ejemplo, ¿qué es mejor, un billete de $10 ó un billete de $100?

Ciertamente un billete de $100. ¿Por qué? Porque un billete de $100 contiene al billete de $10; es decir, $100pueden comprar todo lo que $10 y mucho más.

Esto ocurre del mismo modo con el Antiguo y el Nuevo Pacto. El Nuevo pacto incluye al Antiguo. Es decir el Nuevo Pacto posee todas las cosas que tiene el Antiguo Pacto y mucho más.

Si Dios proveyó sanidad para sus esclavos en el Antiguo Pacto; también la ha provisto para sus hijos en el Nuevo Pacto.

Volviendo al Salmo 107:20, dice que: “Envió su palabra y los sanó, y los libró de su ruina.”

En Juan 1:1-3,14 vemos cual es “su palabra”: “En el principio era el Verbo (Logos), y el Verbo (Logos) era con Dios, y el Verbo (Logos) era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Y aquel Verbo (Logos) fue hecho carne, y habito entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

La palabra Verbo es Logos, que significa palabra.

Jesús es la palabra que Dios envió para sanar nuestras enfermedades y dolencias. Como vimos anteriormente, Jesús mismo tomó nuestras enfermedades y dolencias.

No es la voluntad de Dios que ningún creyente pase enfermedades en esta tierra, sino que completen el número de sus días.

En Santiago 5:14 se pregunta a la iglesia: “¿Está alguno enfermo entre vosotros?” De esta pregunta vemos que no era común que hubiese enfermos entre los creyentes.

Esto es porque deberían conocer Mateo 8:17 donde dice: “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.” Y 1 Pedro 2:24 donde dice: “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis curados.”

Deberían conocer estos versos y caminar en salud divina.

En Santiago 5:14-15 Vemos lo que debería hacer la persona enferma: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubieren cometido pecados, le serán perdonados.”

Es decir, si se debe llamar a los ancianos de la iglesia es que Dios ha provisto sanidad para la iglesia.

En una iglesia había un grupo de hermanas ancianas que se reunían todos los martes en el templo para orar. Un día en que solo estaban ellas en la iglesia; una señora llamó para decir que fuese alguien a orar por su esposo que estaba muriéndose.

Inmediatamente llamaron al pastor para decirle lo que pasaba, pero no había nadie contestó. Entonces una de ellas se levantó y dijo: “En Santiago 5:14 dice que si alguno esta enfermo que llame a los ancianos de la iglesia; así que, nosotras debemos ir pues somos las ancianas de la iglesia.” Las demás señoras convinieron con ella y decidieron ir a la casa de la señora que llamó.

Cuando llegaron, una de ellas le pidió aceite a la dueña de casa, y ella les trajo una botella de aceite de un litro que aun no había sido usada. Fueron donde el enfermo, le leyeron Santiago 5:14-15, lo rociaron completamente con el litro de aceite, e hicieron la oración de fe. ¿Saben que pasó? El enfermo se levantó inmediatamente de la cama completamente sanado.

En el Nuevo Pacto hay sanidad para la iglesia.

Somos hijos de Dios y El proveyó sanidad para nosotros.

sábado, 7 de febrero de 2009

La Sanidad en los 2 Pactos - Parte 1

En el Salmo 105:37 dice: “Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.”

Siempre recuerdo la escena de la película “Los Diez Mandamientos”, cuando un jovencito esta empujando a un anciano ciego que le decía: “Yo no veré la tierra prometida, pero tú si”.

¡Nada más lejos de la verdad!


Cuando Dios sacó a su pueblo de Egipto, la Biblia dice que no había ningún enfermo. Todo el pueblo que salió de Egipto, estaba sano.

Es interesante ver, que en ese momento, cuando todo el pueblo de Dios estaba saliendo de Egipto, y aun no habían tenido tiempo de quebrantar el pacto, todo el pueblo de Israel estaba sano.

En el Salmo 107:17-20 vemos que la enfermedad vino a ellos debido a su rebeldía contra la Palabra de Dios y su rechazo a su consejo.

“Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión y a causa de sus maldades; su alma abominó todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte. Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra y los sanó, y los libró de su ruina.”

La rebelión contra el pacto que tenían con Dios provocó la enfermedad en ellos, a tal grado que estaban a punto de morir.

Al clamar ellos a Dios, al dejar su rebelión y volver al pacto, Dios envió Su Palabra y los sanó.

¿Por qué sucedió esto?

Debido a que ellos se salieron, por decisión propia, de la protección del pacto que Dios tenía con ellos.

El pacto que Dios hizo con ellos era como un paraguas. Si en un día lluvioso estamos debajo de un paraguas, no nos mojaremos; pero si en plena lluvia nos salimos del paraguas, terminaremos empapados.

Es como salir cuando llueve sin paraguas, a mi me ha pasado, la lluvia empezaba de improviso mientras estaba en la calle y yo terminaba completamente empapado.

Esto fue lo que sucedió con Israel; cuando ellos se salieron del pacto por decisión propia, no pudieron ser protegidos del ataque del diablo, y se enfermaron. Pero, cuando ellos clamaron a Dios, y volvieron a su pacto, Dios envió Su Palabra y los sanó.

Dios siempre nos sana a través de Su Palabra.

Todos estos versos que hemos visto tratan acerca de Israel; pero, eso no significa que Dios no haya provisto sanidad para nosotros en el Nuevo Pacto.

viernes, 6 de febrero de 2009

La Sanidad Divina y el Perdón de Pecados

En Deuteronomio 7:12-15 dice: “Y por haber oído estos decretos, y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará y bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto que tu conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos lo que te aborrecieren.”

Dios ama, bendice y multiplica a Su pueblo. Su voluntad era prosperarlos materialmente y bendecirlos en todo lo que emprendiesen.

Pero no solo los bendijo económicamente sino que no permitió que hubiera enfermedad en ellos mientras caminaron en Su pacto. Recuerde que el verso 15 dice: “Y quitará Jehová de ti toda enfermedad.”

El libro de Salmos esta lleno de versos de sanidad.

En el Salmo 103:3-5 dice: “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.”

Es evidente que la enfermedad vino por causa de la desobediencia de la ley pues: “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.” De ahí podemos concluir que el perdón por su desobediencia significaba la sanidad de sus cuerpos.

Posteriormente, Jesús puso esto en evidencia en Marcos 2:1-12: “Entró Jesús en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla este así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar los pecados sino solo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Entonces el se levantó enseguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.”

En este pasaje, Jesús coloca a la sanidad y al perdón de pecados en la misma mano. El perdón de pecados en el paralítico, representaba la sanidad en su cuerpo.

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