jueves, 5 de febrero de 2009

¿De que moriremos? - Parte 2

La pregunta es: Si Dios ya proveyó sanidad, ¿de que moriremos?

No tenemos que morir enfermos, en Génesis 25:8 dice: “Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años....”

En Génesis 35:29 dice: “Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido con su pueblo, viejo y lleno de días....”

En Génesis 49:33 dice: “Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió los pies en la cama y expiró....”

Abraham, Isaac y Jacob murieron sin enfermedad ni dolor, y llenos de días, solamente entregaron su espíritu.

Esa es la forma que Dios quiere que partamos al Cielo, sin enfermedad ni dolor, completando el número de nuestros días, habiendo cumplido el plan que Dios tiene para nosotros.

Cuando el Hermano Kenneth Hagin se fue al Cielo, el sencillamente terminó su desayuno, sonrió a su esposa y se fue, sin enfermedad ni dolor, simplemente entregó su espíritu.

Un hecho que debemos notar, es que mientras Israel caminó en el pacto que tenía con Dios, no se registra ninguna enfermedad. Tampoco hubo ningún bebé, o de algún joven que haya muerto prematuramente. Nadie murió antes de tiempo porque como establecía el pacto ellos completaron el número de sus días.

miércoles, 4 de febrero de 2009

¿De que moriremos? - Parte 1

La Sanidad A Través de la Biblia

Como hemos visto en Malaquías 3:6 y Santiago 1:17 nuestro Dios no cambia. Si Dios hizo algo en el pasado, también lo hará hoy.

Por eso, de la misma forma como Dios trató a la gente en el Antiguo Testamento, es la misma forma que lo hace en el Nuevo.

Aun desde antes del Antiguo Pacto que Dios hizo con Israel podemos ver referencias de sanidad en la Biblia.

El caso más impactantes es el de la sanidad de la esterilidad de Sara a los noventa años para dar a luz a Isaac.

Como dice en Hebreos 11:11: “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.”

Isaac también oró por su esposa que era estéril y ella concibió: “Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer” (Génesis 25:21).

Veamos ahora la sanidad en el pacto que Dios hizo con Israel, que es conocido como la Ley o el Antiguo Pacto.

En Éxodo 15:26 dice: “Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, he hicieres lo que es recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios te enviare a ti; porque yo soy Jehová tu sanador."

Dios le estaba diciendo al pueblo de Israel que mientras ellos caminasen a la luz de su pacto, no habría ninguna enfermedad entre ellos.

Como vimos anteriormente, una traducción literal del hebreo de este pasaje es: “No permitiré ninguna de las enfermedades que permití en los egipcios.”

Dios no envió las enfermedades sobre los egipcios, Él permitió que las enfermedades llegasen a ellos pues no estaban bajo su protección. Satanás fue quien los enfermó.

Dios declara aquí que Él es el Sanador. La palabra hebrea que se usa es Jehová – Rapha, que significa: “Yo soy Jehová tu medico, soy el Dios que te sana.” Dicho de otro modo, nuestro medico es el Dr. Jehová.

En Éxodo 23:25-26 dice: “Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y el bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. No habrá mujer que aborte, ni estéril en tus tierras; y yo completaré el número de tus días.”

El vuelve a presentarse como nuestro medico, y luego dice que el completará el número de nuestros días.

La pregunta es: Si Dios ya proveyó sanidad, ¿de que moriremos?

lunes, 2 de febrero de 2009

Podcast: Tu ya fuiste sanado

En esta enseñanza del Pastor Ricardo Botto podremos aprender los principios bíblicos para poder recibir nuestra sanidad.




domingo, 1 de febrero de 2009

Quinta Tradición La Enfermedad es la Disciplina de Dios

5 Tradiciones que se Levantan en Nuestro Camino a la Sanidad


Quinta Tradición
La Enfermedad es la Disciplina de Dios

Esta es una excusa que es más una forma de traer condenación a la persona enferma; y también de decirles, si es de Dios, sopórtala.

Es verdad que la Biblia dice: “Porque el Señor al que ama disciplina. . .” (Hebreos 12:6). Sin embargo no dice: “El Señor enferma al que ama.”

Es un error tomar una pequeña porción de la Biblia y tratar de probar algo.

No hay referencia a la enfermedad en este texto. La palabra disciplina no significa enfermedad o dolencia en el texto original griego.

Al leer el diccionario de palabras griegas de Vine aprendemos que la palabra disciplina significa entrenar a un niño, educar o enseñar. Así como los bebés necesitan ser enseñados y corregidos para poder crecer como niños saludables y adultos, así también los bebés cristianos necesitan ser enseñados y corregidos para crecer y llegar a ser cristianos espiritualmente saludables. Esta palabra en el griego original significa que necesitan ser disciplinados y gobernados.

Muchos de los problemas de hoy se originan en la falta de disciplina y entrenamiento religioso en el hogar. Los niños deben ser disciplinados, corregidos y entrenados en amor.

En Mateo 7:9-11 dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Dios nos entrena y disciplina con mano amorosa, “porque el Señor al que ama disciplina.”

Así que la enfermedad no viene por disciplina de Dios, no lo acusemos por algo que no hace.

sábado, 31 de enero de 2009

Cuarta Tradición: Estoy Sufriendo Para La Gloria De Dios

5 Tradiciones que se Levantan en Nuestro Camino a la Sanidad

Cuarta Tradición
Estoy Sufriendo Para La Gloria De Dios

Otra respuesta típica de la gente que no puede explicar por que motivo esta enferma, en su ignorancia creen que están sufriendo para la gloria de Dios.

Los que apoyan esta creencia usan, por lo general, el capítulo nueve de Juan, donde se encuentra la historia del ciego que Jesús envió al estanque de Siloé.

Sus discípulos le preguntaron si había pecado él o sus padres, provocándole la ceguera. Jesús les dijo: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.”

Algunos concluyen con este verso que el hombre nació ciego para que Dios obtenga la gloria con ello.

Sin embargo, Jesús continuo diciendo: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entretanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.” Las obras de Dios no se manifestaron en el ciego hasta que Cristo hizo aquello para lo cual fue enviado; cuando sanó la ceguera del hombre.

¿Qué podemos decir de Lázaro? ¿No dice la Biblia que estaba enfermo para la gloria de Dios? Al leer la historia en el capítulo 11 del evangelio de Juan, vemos que Jesús estaba con sus discípulos cuando le llegaron noticias que Lázaro estaba enfermo.

En lugar de correr al lado de su amigo, Jesús se tardó a propósito. Le dijo a sus discípulos: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (verso 4).

Cuando Jesús legó a Betania con sus discípulos, hacía 4 días que Lázaro estaba muerto. Marta corrió a Jesús y le dijo que si hubiese estado ahí, su hermano no hubiera muerto. Jesús le dijo que era la resurrección y la vida:

Juan 11:24-26
24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?


Poco después, Marta se quejó de la orden de mover la piedra de la tumba que dio Jesús; ella sabía que el cuerpo estaba descompuesto y apestando después de 4 días. Por lo que Jesús le dijo: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Verso 40).

Marta no había visto aún la gloria de Dios. No veía la gloria de Dios en su hermano porque aún no se había manifestado. La gloria de Dios se manifestó en la resurrección y sanidad de Lázaro. No solo fue resucitado, sino que también fue sanado de la enfermedad que le causo la muerte.

Dios es glorificado por la sanidad y la liberación, no por la enfermedad y el sufrimiento.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Tercera Tradición: Pablo Tenía Un Aguijón en la Carne

5 Tradiciones que se Levantan en Nuestro Camino a la Sanidad

Tercera Tradición
Pablo Tenía Un Aguijón en la Carne

Esta es una favorita de la gente religiosa.

2 Corintios 12:7-10
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.


El pensamiento que Pablo tenía una enfermedad que Dios no quiso sanar es sostenido ampliamente. Esta enseñanza ha guiado a que muchos crean que la voluntad de Dios debe ser que muchos de sus hijos estén enfermos. Esto ha tenido a muchos atados cuando deberían estar libres.

Una creencia común es que Pablo sufría una dolencia en los ojos que lo tenía casi ciego. La Biblia declara que el Señor Jesús se le apareció en visión a Ananías y lo envió a imponerle las manos a Saulo para que reciba la vista (Hechos 9:12-17). El siguiente verso dice que Dios lo sanó. El concluir que Pablo tenía un problema en los ojos debido a su breve ceguera sería rebajar la obra de Dios.

Cuando Pablo, camino a Roma, estuvo en la isla de Malta, le predicó a la gente y les hablo de la obra redentora de Dios. Si sus ojos hubieran estado llenos de pus, como dicen algunos, ¿hubieran creído estas personas en Dios por su sanidad? Mas la Biblia dice que Pablo impuso sus manos sobre ellos y fueron sanados.

Es verdad que Dios permitió que Pablo tuviese ese “aguijón de la carne,” pero no fue obra de Dios. La Biblia dice que “fue permitido un mensajero de Satanás para abofetearle.” La Biblia no dice que este aguijón de la carne fuese una enfermedad.

Note como se usa esta expresión “aguijón de la carne” en otros lugares de la Biblia. Antes que los hijos de Israel fuesen a la tierra de Canaán, Dios les dijo que destruyesen a los habitantes de esa nación, los cananitas, porque si no lo hacían, les darían problemas a los hijos de Israel, serían un aguijón en su costado. No se habla de enfermedad (Números 33:55).

El aguijón de Pablo tampoco fue una enfermedad; fue un mensajero de Satanás enviado para abofetearlo. En cada lugar donde iba Pablo, el diablo levantaba antagonismo contra Pablo.

Pablo escribió las muchas veces que fue apedreado, azotado y dejado por muerto. Escribió las veces que fue puesto en la cárcel y que incluso luchó con leones. A pesar de ello, en todos sus escritos donde habla acerca de persecuciones y tribulaciones nunca incluye enfermedades. En ningún lugar de la Biblia encontramos que en algún momento de su ministerio Pablo estuviese incapacitado por enfermedad.

¿Por qué permitió Dios que este aguijón en la carne abofetee a Pablo? La Biblia dice que fue para que Pablo no desarrolle orgullo debido a las visiones y revelaciones que había tenido.

Por eso, antes que escuches a alguien declarar que tiene un aguijón en la carne, sería bueno que le preguntes cuantas visiones y revelaciones ha tenido. Muchos de los que piensan que tienen un aguijón en la carne no han tenido ningún tipo de revelación o visión. En su ignorancia y duda lo único que hacen es permitirle a Satanás que los derrote y los mantenga lejos de las bendiciones de Dios.

Sin embargo, hay algunos que tienen un aguijón en la carne en algunas de las formas que tuvo Pablo, porque el diablo esta siempre para levantarle problemas y obstaculizar la obra que están haciendo para Dios. Pero noten que Dios dijo: “Bástate mi gracia.” La gracia de Dios nos da poder para levantarnos por encima de las bofetadas del diablo.

martes, 12 de agosto de 2008

5 Preguntas Acerca de la Sanidad Divina

1. ¿Como es posible tengas fe para recibir sanidad divina, siendo que la fe es la certeza de la voluntad de Dios, cuando no tienes certeza de que Su voluntad es que seas sanados porque crees que posiblemente Dios es el autor de tu enfermedad?

2. Si crees que tu la enfermedad es la obra de Dios, ¿por qué vas al medico? Esa ayuda medica, ¿no representaría la rebeldía en contra de la obra de Dios en tu vida? Si no tienes certeza sino que crees esta enfermedad es la voluntad de Dios para tu vida, ¿No seria mejor quedarte enfermo en casa y morir? Pero comosi decides ir al doctor, ¿no estarías huyendo de la voluntad perfecta de Dios para tu vida?

3. Si las enfermedades representan de vez en cuando la voluntad de Dios, ¿por qué es que Dios dio dones de sanidades a la iglesia, el poder de hacer milagros, los dones de fe, la comisión para sanar a los enfermos en el mundo y la manera para sanar a los enfermos en la iglesia?

4. ¿Por que Jesús sanaba a TODOS los enfermos que venían a El, y vino para deshacer las obras del ENEMIGO si las enfermedades representan de vez en cuando la obra de DIOS? ¿Es que Jesús sanó a algunos por error?

5. Por que un papá en nuestras culturas, si enferma a su hijo con cáncer u otra enfermedad, lo mandan a la cárcel, pero si Dios supuestamente manda el cáncer a uno de Sus hijos eso representa una bendición y le debemos darle la gloria?

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